Renderizado del proyecto Heinzelmann Areal llevado a cabo por White Arkitekter en Alemania. El estudio utilizó su nuevo servicio, ReCapture, para evaluar de forma más precisa el potencial de reutilización de los materiales necesarios para el proyecto. Gentileza de White Arkitekter.
Por Redshift, de Autodesk.
Para muchas personas, reciclar ya es algo instintivo. En general, estamos de acuerdo en que tirar todos los desechos al mismo contenedor y mandarlos a incinerar o enterrar es retrógrado e ineficiente. Pero pasar el principio de separación del hogar a la industria pesada ha sido algo más complicado. El servicio ReCapture de la sueca White Arkitekter promete cambiar las reglas.
Es cierto que se han dado pasos de gigante en el reciclaje de algunos materiales de construcción, como el acero, que es actualmente el componente que más se recicla del planeta. Y cada vez cobra más fuerza la idea de que pueden reutilizarse edificios enteros. Se espera que la aplicación de tecnología BIM (Building Information Modeling) ayude al sector a dar el salto a la circularidad de una vez por todas.
Pero el sector de la construcción se encuentra en una situación contradictoria. Mientras que todo el mundo habla maravillas de la economía circular, arquitectos y constructoras lo tienen muy difícil cuando intentan llevar esas ambiciones “verdes” a la práctica.
El servicio ReCapture de la sueca White Arkitekter se está utilizando en otros proyectos en curso, como el hospital Bromma Sjukhus del centro de Estocolmo. Gentileza de White Arkitekter.
Ponerlo fácil para reutilizar
Muchos proyectos de construcción buscan transformar edificios existentes en algo más acorde con los modelos actuales de trabajo y estilo de vida, especialmente cuando la construcción primitiva alberga valor patrimonial. Pero evaluar el potencial de reciclaje de un edificio es, en ocasiones, un proceso manual y laborioso.
Capturar (o registrar) todos los componentes y materiales de un edificio, algo complejo y de gran tamaño, y decidir cuáles de ellos pueden reutilizarse, no es tarea pequeña. Y llevar a cabo medidas y listados de todo, desde una viga hasta un tornillo, no es más que el principio. Después debe evaluarse cada elemento para determinar si puede reciclarse o si, por el contrario, problemas como la toxicidad o la huella de carbono hacen que lo mejor sea desecharlo.
Incluso cuando se cuenta con este tipo de datos, compartirlos con todas las partes involucradas en un proyecto supone sus propios desafíos. El proceso exige la participación de muchos agentes, gran cantidad de documentos y numerosas reuniones. Sin olvidar el factor analógico. Es verdad que muchas veces las medidas se toman con un escáner láser, pero el bolígrafo sobre papel sigue a la orden del día. A continuación, todo se pasa a una hoja de cálculo, quizá, aunque no siempre, con una foto adjunta.
Renderizado de una terraza exterior del proyecto de hospital Bromma Sjukhus. Gentileza de White Arkitekter.
Renderizado del interior del Bromma Sjukhus. La transformación, que abarca 35.000 metros de construcción, renovará este hospital construido en 1971. Gentileza de White Arkitekter.
La ausencia de un único estándar complica las cosas aún más. Los métodos de medición pueden variar entre el arquitecto, el ingeniero y el consultor, y puede parecer un problema sin importancia que tengan que decidir qué referencias están comparando al estudiar la situación exacta de una puerta o una fachada concreta. Pero cuando se juntan todas, pueden atascar el flujo de trabajo y complicarle a la construcción la tarea de contribuir a una economía más circular.
Los cálculos más conservadores indican que el sector de la construcción comprende el 30 % de la extracción de los recursos naturales del planeta y genera el 25 % de los residuos sólidos a nivel global. La Circular Economic Research Survey anual del UK Green Building Council sugiere que el planeta va camino de triplicar su extracción de material en las próximas tres décadas. Si el sector no cambia su forma de operar, la producción de residuos también se triplicará para 2100.
Mientras tanto, el precio de los materiales de construcción no deja de subir. Eso sí: reciclar aporta ventajas económicas. Solo en Europa, adoptar los principios de la circularidad podría traer un gran ahorro, muchas oportunidades de negocio y mejoras operacionales por valor de más de 1,8 billones de euros para el año 2030.
Reciclar, reutilizar, ReCapture
White Arkitekter pretende abrir un atajo entre toda esta complejidad para ayudar al sector a obtener esas ventajas medioambientales y comerciales. La firma sueca es uno de los estudios de arquitectura líderes en Europa y prevé que todos sus proyectos alcanzarán la neutralidad climática para 2030.
La sostenibilidad es clave en el camino a esa meta. Para su proyecto Selma Lagerlöf Center —un edificio del Gobierno municipal y centro cultural de Gotemburgo (Suecia) completado recientemente—, el estudio consiguió incorporar muebles y materiales reutilizados en el 92 % de su diseño interior. El proceso les ahorró aproximadamente 887 000 euros, un ahorro de casi el 70 % comparado con el costo de utilizar materiales nuevos.
El nuevo servicio de la empresa, White ReCapture, ofrece un producto basado en datos que captura y cataloga todas las partes que componen una construcción, desde ladrillos y puertas hasta techos, fachadas y muros portantes. El servicio minimiza los dolores de cabeza que acarrea evaluar el potencial de reutilización de un edificio.
Mediante herramientas de escaneo láser y de gestión de datos BIM, puede digitalizarse un inventario de materiales de construcción y crearse un modelo 3D, cosa que luego facilita el desarrollo de un doble digital repleto de datos operativos y de construcción. Después, los datos se analizan en un programa que incluye información facilitada por un profesional que pueda evaluar e identificar las partes reutilizables.
Las herramientas de escaneo láser y de gestión de datos BIM pueden contribuir al proceso de creación de un doble digital. Gentileza de White Arkitekter.
El modelo contiene toda la información relevante sobre los materiales y los componentes, desde su peso y dimensiones hasta los costos, pasando por su ubicación en la obra y su potencial de reciclaje. El doble digital, por su parte, aúna todos los datos generados sobre el diseño, construcción y rendimiento del proyecto y los deja a disposición de arquitectos, ingenieros, contratistas, consultores y clientes cuando más los necesitan para tomar decisiones informadas.
En palabras de Niklas Eriksson, especialista medioambiental y director de la unidad ReCapture: “Cuando le enseñas a un cliente algo que has dibujado, a veces le cuesta entender el aspecto que tendría en la vida real. Con este servicio, lo que hacemos es crear un punto de encuentro en el que les podemos enseñar a los clientes distintas opciones en las fases más tempranas del proyecto, y así les es más fácil ver cómo funcionaría esto o lo otro”.
“Antes no había manera de hacerle llegar esa información al cliente sin que se pasara por la obra y lo viera en persona —prosigue Eriksson—. Ahora basta con entrar en el modelo digital, hacer la evaluación y compartirla”.
Eriksson asegura que esto ha cambiado las reglas del juego, ya que permite a los clientes tomar decisiones de reutilización al comienzo del proyecto, una fase crucial para asegurar que se adopte el mejor enfoque en cuanto a la obtención de materiales.
El nuevo servicio de White Arkitekter se nutre de Autodesk BIM 360, Revit y ReCap para simplificar la colaboración a través de toda la vida del proyecto, permitiendo incluso la incorporación de opiniones de consultores medioambientales en el modelo. Esta información facilita a los clientes un acceso fácil y rápido a factores como la toxicidad de los materiales o su huella de carbono.
También pueden integrarse sistemas de clasificación de edificios verdes, como LEED, BREEAM, GreenBuilding y Miljöbyggnad, y después aplicarse sin interrupción a lo largo de todo el proceso de construcción.
El nuevo servicio de White Arkitekter se nutre de Autodesk BIM 360, Revit y ReCap. Gentileza de White Arkitekter.
El doble digital se almacena en un modelo BIM al que pueden acceder arquitectos, ingenieros, contratistas, consultores y clientes. Gentileza de White Arkitekter.
Reutilizar en la vida real
El servicio White ReCapture está actualmente en uso en varios proyectos, incluido el hospital Bromma Sjukhus, en el centro de Estocolmo, una edificación de 35 000 metros cuadrados cuya construcción se remonta a 1971 y que una vez transformada acogerá nuevos quirófanos, una unidad especializada en geriatría, residencias para personas mayores y servicios como tiendas y cafeterías.
“Nuestra ambición es reutilizar el edificio existente y sus componentes al máximo de sus posibilidades —afirma Björn Johansson, arquitecto del proyecto de Bromma Sjukhus—. Gracias a este servicio hemos conseguido que el reciclaje sea una parte integral del proceso de diseño. Ahora mismo lo estamos capturando todo para poder reutilizarlo en un modelo de Revit, donde convertiremos todos los elementos en nuevos componentes de diseño”.
Para el proyecto Heinzelmann Areal que White Arkitekter está llevando a cabo en Alemania, el servicio les permitió catalogarlo todo en un emplazamiento de 10 000 metros cuadrados con varios edificios industriales de finales del siglo XIX. El modelo 3D se está construyendo para que permita la colaboración estrecha entre disciplinas, desde la arquitectura hasta la ingeniería estructural y mecánica, pasando por la consultoría de patrimonio histórico e incluso la inspección de seguridad antiincendios.
Adiós a lo nuevo, bienvenida a lo viejo
El sector está empezando a contemplar los edificios como depósitos de materiales, una visión según la cual el fin de la vida útil de una construcción permite el desarrollo de una nueva.
Para llevar esta ambición a la vida real, los arquitectos necesitan herramientas prácticas que les aseguren la libertad de visitar una obra sin más carga que un smartphone y evaluar el potencial de reciclaje de los materiales rápida y fácilmente. Las soluciones basadas en BIM, como ReCapture, podrían resultar un paso crucial hacia la aceptación de la economía circular por parte del sector de la construcción.
Cuanta más información tengan a mano los arquitectos al inicio de un proyecto, más transparencia podrán ofrecer a sus clientes en cuanto a materiales, costos o posibilidad de reciclaje, contribuyendo así a los compromisos de desarrollo sostenible de estos últimos. De este modo, el sector podrá pasar del “borrón y cuenta nueva” a fomentar un “círculo de la vida” cíclico en el entorno construido.