Latam
05 /04 / 2021
Los mandatos BIM para 2021 están llegando a América Latina: ¿su empresa está preparada?
Mientras las ventajas de BIM –en cuanto al ahorro de costos de un proyecto y su mantenimiento a largo plazo– se hacen cada vez más visibles, la mayoría de los gobiernos de los países de América Latina empiezan a exigir su utilización en la obra pública a partir de decretos, convenios o mandatos. Esto representa un gran desafío para todos los actores del sector AEC, quienes deben buscar capacitación y asesoramiento para no quedar relegados, por ejemplo, en las licitaciones de las grandes obras de infraestructura.
BIM es una metodología que permite generar, almacenar y analizar la información de un proyecto durante toda su vida útil, para así tomar mejores decisiones, por lo que su implementación ha tenido avances significativos en toda América Latina en los últimos dos años.
Por Redshift, de Autodesk.
Está claro que BIM (Modelado de Información de la Construcción, por sus siglas en inglés) es una metodología que permite generar, almacenar y analizar la información de un proyecto durante toda su vida útil, para así tomar mejores decisiones. Lo que para los gobiernos redunda en una mayor eficiencia presupuestal, transparencia y productividad.
“BIM es una rama nueva de la industria que debes tener. Así como tienes estructuristas o ingenieros, necesitas tener especialistas BIM”, asegura Eddy Slim, pionero en el uso de esta metodología en México con su empresa ConstruBIM, que opera desde 2006.
Slim sostiene que el proceso ya es una realidad en México y, en poco tiempo, será una exigencia a nivel nacional. “En dos o tres años, su penetración alcanzará el 80 % del mercado”, augura. “Un gran impulso a su uso fue el proyecto para el Nuevo Aeropuerto Internacional de la Ciudad de México, donde había un mandato para que las diversas disciplinas involucradas en el proyecto estuvieran conectadas a través de BIM. Las empresas tuvieron que actualizarse para no quedarse fuera. Y lo mismo viene sucediendo con otras grandes obras de infraestructura pública”, ejemplifica.
No solo los gobiernos se están organizando para compartir conocimientos, la industria privada también está haciendo lo propio a través de grupos como BIM Task Group México, BIM Forum Argentina y BIM Forum Colombia.
El trabajo con los gobiernos
En los últimos dos años, la implementación de BIM ha tenido avances significativos en toda América Latina. Mientras que en Chile el Estándar Nacional BIM es obligatorio desde 2020, Costa Rica ha conseguido un convenio con el Banco Interamericano de Desarrollo (BID) para impulsar la adopción del proceso y en Perú se dictó en 2019 un decreto supremo para la incorporación progresiva de BIM en la inversión pública. Estos son solo algunos ejemplos que menciona Ximena Rico, a cargo de LATAM en el grupo Government Affairs de Autodesk.
Para Rico, ahora es momento de trabajar en el “cómo” se implementará el proceso, articulando a tres jugadores esenciales : gobierno, industria y sector académico. Uno de los retos principales es la alineación y el compromiso de todas las entidades responsables de la implementación de la metodología.
En cuanto a la industria, en todos los países hay empresas muy maduras en el uso de la tecnología. “Pero en LATAM el 95 % de las empresas que se dedican a la construcción son medianas y pequeñas. Entonces –describe Rico–, cuando una gran empresa gana una licitación y, para poder cumplir, debe subcontratar un ecosistema de 200 o 300 empresas que no tienen BIM, el proceso no es un BIM puro y totalmente eficiente. Una de las iniciativas más importantes es poder tecnificar a ese 95%”.
El principal aliado para lograrlo son las cámaras de la construcción, a través de webinars, capacitaciones gratuitas y difusión de casos de éxito documentados en otros países. “La ISO ya tiene la norma 19650, enfocada a BIM, que es internacional. Entonces puedes hacer un anexo local en donde un muy alto porcentaje de lo que está definido se mantiene, y así se ahorra mucho del trabajo”, informa Rico.
En el mismo sentido, en 2020 se creó la Red BIM de Gobiernos Latinoamericanos –integrada por Argentina, Brasil, Chile, Colombia, Costa Rica, México, Perú y Uruguay– en busca del alineamiento regional de estándares y procesos, y el fomento a la formación de capital humano. Además de reunirse cada dos meses, el 17 de marzo participaron en la primera Global Summit de BIM, organizada por el Reino Unido.
No solo los gobiernos se están organizando para compartir conocimientos, la industria privada también está haciendo lo propio a través de grupos como BIM Task Group México, BIM Forum Argentina y BIM Forum Colombia.
La capacitación puede empezar desde la empresa, empezando por hacer un house check, preparar a las personas y dejarles un plan de trabajo.
El desafío de la capacitación
De acuerdo con Slim, las empresas medianas y grandes deben de tener un equipo y un apoyo externo para entrenamiento con el fin de poder ampliar su alcance si les tocan proyectos grandes. Y cuando se sientan cómodas, ahí sí deben entrar todos en el proceso.
Propone que la capacitación puede empezar desde la empresa, empezando por hacer un house check, preparar a las personas y dejarles un plan de trabajo, entrar como BIM managers si aparece la necesidad específica o funcionar como outsourcing para los que no quieren formar un departamento BIM.
Respecto de la enseñanza de BIM en el sector académico, Ximena Rico considera que la mayor dificultad es que, dado el tiempo que toman las modificaciones curriculares, cuando se incorporan ese tipo de temas, ya han sido superadas por otros procesos. Por eso cree que es más eficiente optar por modificaciones paracurriculares. “De esta forma se puede incluir tecnología, que hoy puede ser BIM, pero mañana Gemelos Digitales y tal vez luego Inteligencia artificial o cualquier tecnología que surja”.
En México, el muy prestigioso Instituto Politécnico Nacional (una institución pública de educación superior) posee una división que presta servicio tanto al gobierno como a la empresa privada: así retroalimentan sus estrategias, entre la práctica y lo pedagógico. Por otra parte, miembros de ConstruBIM dan clases en la Universidad Nacional Autónoma de México (UNAM), en niveles básico, intermedio y avanzado en lo que constituye un diplomado profesional de BIM. Y ejemplos similares se dan en otras universidades de América Latina, como la de Lima.
En 2020, la Escuela de Gestión de la Cámara Argentina de la Construcción implementó una diplomatura en BIM para jefes y coordinadores de obra y gerentes de proyecto. Su director, Sebastián Orrego, agrega que también pusieron en marcha el programa BIMEA (BIM para estudios de arquitectura) con el fin de llegar a las oficinas pequeñas y medianas. Por otra parte, Orrego asegura que el número de inscriptos en charlas y cursos relacionados con BIM se incrementó en un 500 % respecto del año anterior: llegaron a un total de 39 mil participantes.
“Durante este año –detalla Orrego– queremos profundizar lo recorrido y mejorar los contenidos de ambos programas. En 2021, BIM cobra una relevancia importante, ya que muchos gobiernos están promoviendo los mandatos, porque cada vez son más conscientes de los ahorros reales que supone su uso, no solo en costos, sino en retorno de la inversión”.
Las empresas tienen claro que deben actualizar sus procesos y equipos profesionales mediante la educación formal o programas dirigidos por la industria, con el fin de asegurar su competitividad.
Las cifras a nivel regional
Orrego también coordina, desde 2018, el Bim Forum Latam de la Federación Interamericana de la Industria de la Construcción (FIIC), compuesto por 19 cámaras de 18 países. Desde ese organismo gestionaron un convenio con el Banco Interamericano de Desarrollo (BID) para realizar una encuesta sobre la implementación regional de BIM sobre en 747 casos, a cargo de la firma Dodge Data & Analytics.
Del informe surge que la mayoría de las inversiones futuras estarán vinculadas al desarrollo de estándares y customización de soluciones y librerías 3D. Otra de las conclusiones interesantes es que el 96 % de los encuestados experimentó beneficios derivados de la implementación de BIM, pero el 60 % cree que aún le queda mucho más por ganar. Tal vez por eso, la mayoría participó de manera activa en algún tipo de curso de capacitación, fundamentalmente los ofrecidos por cámaras y asociaciones profesionales.
De las cifras que maneja el informe del BID, puede inferirse que para el 80 % de las empresas, está claro que —ya sea a través de la educación formal o en programas dirigidos por la industria–, actualizar sus procesos y sus equipos profesionales será clave para asegurar su competitividad. Pero además de la rápida tecnificación de las empresas, resulta indispensable que los gobiernos aceleren el proceso de implementación de la metodología y las universidades revisen sus contenidos curriculares. Esos son los tres pilares necesarios para garantizar el éxito de los proyectos en este nuevo paradigma impuesto por BIM.